martes, 30 de junio de 2009

Juguetona y el Chocolate con pincel Shunga

Ya habíamos probado el jugueteo con chocolate en otras ocasiones, pero no con un chocolate preparado especialmente para ello, el Chocolate con pincel Shunga resultaba tentador... A los dos nos gusta mucho el chocolate así que… prometía ser una velada divertida, ¿velada? Porqué esperar hasta la noche… Mi mente ya estaba maquinando como sorprenderle, para mi el amor en pareja es eso, siempre buscar como sorprenderle (y que fácil me lo estaba poniendo La Maleta Roja de Ana) Habitualmente comemos y luego nos vamos al sofá a tomar el postre, hoy… ¡¡¡ Yo sería su postre!!! Como se dice por ahí y tienen razón, el órgano sexual mas importante de la mujer es el cerebro y no os imagináis los hombres lo que somos capaces de sentir cuando le permitimos funcionar única y exclusivamente para nuestro y vuestro placer… Me pasé la mañana imaginando lo que haría, como reaccionaría él, el momento en que el chocolate pasara a un segundo termino… Con razón la gente sonreía cuando me miraba a la cara, hoy debía estar especialmente atractiva si mis pensamientos se reflejaban en mi cara, jaja…

Al llegar a casa me puse a preparar la comida, al ratito llego él, no quería que supiese lo que estaba planeando para el postre, pero al mismo tiempo no podía evitar sentir la excitación sabiendo lo que iba a ocurrir, así que ese día me arrimé más aún a él al ir preparando las cosas, se me escapaban besos, se me iban las manos a jugar con él, casi la lío, ¡¡había que esperar al postre!! Con lo sensual que es preparar una comida a cuatro manos cuando lo que menos te preocupa es la comida… Pero no, yo fuerte, quería ser su postreeeee. Discretamente y con mucho esfuerzo enfrié un pelín la situación, lo justito para que no se fuera de las manos… pero sin privarme del placer de provocarle… no me importaba que supiera que hoy la comida terminaría en posición horizontal…

Comimos con cierta tranquilidad, solo un par de besos de esos que darían paso a mucho mas, de no ser porque yo estaba empeñada en frenarlos, ¡¡no se terminaba la comida!!
Terminamos de comer, recogimos las cosas, eso si, sin evitar ya que fuese claro el final de aquella comida… Al final le mandé al sofá, le dije que tenía un postre especial y que ya lo preparaba yo… Me quite rápidamente toda la ropa, menos el tanguita, siempre se ha dicho que es más provocador un poco de ropa sensual que nada de ropa… Quería que el saboreara mi cuerpo, pero no que no pudiera evitar embadurnarse de chocolate con al prisa de poseerme, ese tanguita era la suficientemente provocador para saber que terminaría sin él, pero también daba la información necesaria para indicarle que esa no sería la primera parada… A los hombres hay que educarles… Empecé a pintarme de chocolate, mentalmente iba imaginando el recorrido que quería que él hiciese con su boca… Primero la muñeca derecha, le puse un 1, en el hombro un 2 (ya me encargaría yo de indicarle que había que ir uniendo los puntitos, como los dibujos de los niños), el 3 en el omóplato derecho, el 4 donde la espalda pierde su casto nombre, el 5 en el omóplato izquierdo, el 6 en hombro, ese puntito donde nos encanta a las mujeres que nos besen, chupeteen… ahí pondría también el 7, creo que esa indicación le quedaría bastante clara… el 8 entre los pechos, era hora de dejarle a él decidir por cual empezar, seguro que llevaría tiempo imaginando limpiarme los pezones ocultos por el chocolate y el resto del pecho con círculos dibujados… ahí sabía que perderíamos mucho tiempo, le encanta disfrutar de ellos… el 9 en el ombligo… y en la raya del tanguita le pondría tres puntitos, a partir de ese punto le dejaría a él que siguiese pintando y limpiando… Yo ya estaba excitada al terminar de pintarme, era hora de excitarlo a él…

Imagina el final… bueno, no te lo imagines, vívelo, disfrútalo y, si te atreves, me lo cuentas… los comentarios pueden ser anónimos y me gustaría leer el tuyo ¿Te atreves?

Juguetona

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por hacer un comentario. Trata de ser correct@ y respetuoso con todo el mundo.